1. Se Negativo
Existen personas que para cada solución encuentran un problema. Yo los llamo, la gente “pero”. Siempre tienen un “pero”. Desde lo más sencillo... “terminé el documento, pero no me gusta el tipo de letra”; hasta decisiones importantes como: “llegaría más temprano, pero vivo muy lejos”. Este tipo de actitud, asegura que permanecerás en tu puesto siempre, pues la asignación de más responsabilidades implicaría la capacidad de tomar decisiones.
Para no ser negativo tendrías que, además de terminar el trabajo diario, estar generando soluciones y haciendo propuestas de mejora. Sí, más trabajo. “¡Pero luego los jefes se apropian de las ideas!”. Correcto. Pero. Pensar constantemente con la palabra “pero” antes de cada frase, te asegurará tener una vida libre de estrés.
2. No Preveas
Esto significa que no hay necesidad de estar pensando en lo que traerá el día mañana. Algunos lo llaman planeación y no tienes idea de lo complicado y cansado que puede resultar. Generando escenarios, ¿qué pasaría si hacemos esto o aquello? ¿Qué acciones debo tomar personalmente, en equipo y en la empresa? Considerando posibles alternativas, cómo manejarás tus relaciones, tus recursos. Uf, suena a demasiado problema.
También, preveer siginifica que cada paso que des, será espontáneo. De otra manera, tnedrías que demostrar por qué tomaste tal o cual decisión, cuáles fueron tus fundamentos, tendrías que llevar un registro de información, comunicados y decisiones. Si lo evitas, no tendrás necesidad de estar justificando tus acciones futuras. ¿Qué acciones? Yo solo hice lo que me pidieron.
3. Mantente Humilde
El empleado que tiene aciertos, mejoras, propuestas... normalmente tiende a ser notado. Su trabajo destaca sobre el de los demás, precisamente porque es más valioso. Quienes demuestran que son buenos con hechos, tienen derecho a decirlo con palabras. Quienes aprenden a promover sus éxitos, y demuestran liderazgo, normalmente llegan más alto. Así debería ser. Pero más alto es también más responsabilidad! Parece injusto.
Si llegas a tener un acierto destacado, una idea original, trata de hacer lo posible para que no se note. De esta manera estarás evitando que tus superiores se fijen en tus logros, y también evitarás que tus compañeros te miren con envidia. No ascenderás mucho en la empresa eventualmente, pero estarás más descansado.
4. Dobla las reglas un poquito
En otras palabras, pásatela bien. Quienes siguen las políticas en el trabajo y las reglas de negocios, tienen una predisposición a entender más pronto los sistemas y métodos de la empresa, mejorando todo el tiempo. Siguen los lineamientos, aún aquellos que no les gustan y tienen autoridad moral para proponer cambios. Pero esto es demasiado para los espíritus libres.
Si vas a probar los límites, empieza por cosas pequeñas: llega unos minutos tarde a tu trabajo, y observa qué sucede; conquista a la chica de la cafetería; acepta el regalo de ese proveedor tan fiel, pero no se lo digas a nadie; después de un tiempo, te encontrarás con que puedes estar al margen de las reglas, aunque detenido al borde del precipicio. Advertencia: puedes estar seguro de tarde o temprano te descubrirán. Y luego... darás un paso adelante.
5. Deja de Crecer
¿Estás actualizado en las últimas tecnologías, métodos de negocio o herramientas para tu trabajo? Espero que no, a menos que seas de esos locos que tienen ambición.¿Si te pidieran realizar un podcast sobre el giro de la empresa sabrías que hacer? Los líderes son siempre aprendices, dice Kim Oliver, consultora directiva de Nueva York. Según ella, una persona tiene asegurado su crecimiento cuando se preocupa por seguir adelante en conocimientos, capacitándose, aprendiendo, preguntando para ser mejor.
Si, claro. Eso dice Kim Oliver, pero la verdad es que no va a estar uno preguntando en las universidades locales cuáles son los cursos para profesionistas; o asistiendo a talleres y conferencias. Menos, si tienes que pagarlos de tu propio bolsillo. ¿Y luego? ¿Compartir los conocimientos con tus colegas?
6. Busca culpables
Los líderes toman siempre la responsabilidad de sus propias acciones. Las buenas y las malas. Si cometen un error, lo asumen y toman las medidas necesarias para corregirlo. Lo cual provoca sensación de seguridad y menos preocupaciones.
¿Cómo evitarlo? Nunca asumas un error como propio. Busca a quien echarle la culpa: puedes empezar por señalar a quienes te caen mal en la empresa, diciendo que fueron ellos quienes se equivocaron y ponen en riesgo a la empresa. Luego estarás culpando a tus propios compañeros y a cualquiera que se cruce en tu camino. Si suena un poco extremo, y aunque tu conciencia tenga algunas dudas, al menos ya no tendrás miedo a equivocarte en el trabajo.
7. No seas tan bueno
¿Estás trabajando al máximo de tu capacidad? ¿Propones mejoras a tu propio trabajo y superas las expectativas de los demás? Si lo haces, es porque no has leído bien este artículo. Los buenos trabajadores, los que tienen ambición de crecimiento, reciben siempre mayores responsabilidades. ¡Incluso llegan a sentirse responsables de su propio destino!
No lo hagas si no quieres. Disfruta tu “zona de comfort”, ¿Para qué buscar nuevos retos? ¿Estás dispuesto a hacer por lo menos una acción al día que demuestre que no sólo eres bueno, sino el mejor? Si, pues buena suerte.
Un trabajador con ambición bien enfocada, tiene también más entrega, más trabajo y más responsabilidades, como he dicho. Si a pesar de ello, estás dispuesto a seguir adelante, luchar y cooperar en el crecimiento de todos... Entonces, ¡haz todo lo contrario a este artículo! Sí, no me hagas caso.
-/ Juan E Sandoval