De Stephanie Flanders, nuestra economista favorita, publica en su blog y se pregunta: Qué tanto ha cambiado la situación financiera con esta crisis económica global? Y se responde: Menos de lo que pensamos. Aunque parezca raro, y a pesar de las constantes malas noticias y los titulares en los noticieros acerca de empresas quebrando, fraudes descubiertos, malas administraciones. Pero para Stephanie, las cosas seguirán igual. Incluso después del chapuzón en agua fria, ella propone que las empresas grandes en realidad no aprenderán nada. Seguirán con los mismos errores y daños estructurales y siempre en la incertidumbre.
¿Por qué? El problema es que las grandes economías, (y las no tan grandes) en lugar de estar fortaleciendo el consumo interno y los mercados domésticos, están recurriendo a los prestamos internacionales una vez más. Es lo que está haciendo China y sus inversionistas, y también Alemania y varios países latinoamericanos. El problema es que ese dinero se está invirtiendo en pagar "la nomina", es decir dar asistencia a los desempleados, en lugar de inviertirse en creación de nuevas empresas o generación de nuevos mercados.
Eso no es bueno.
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