Thursday, 07 May 2009

7 Excusas para No Pagar

Un buen deudor paga sus cuentas, lo mismo un buen jugador. Pero si a su empresa le ha ido más o menos terriblemente mal en estos días de altibajos, es probable que tenga que esconderse. De hecho, algunas de estas prácticas no son tan innovadoras, seguramente sus propios clientes le han hecho algo parecido. Pero no está de más recordarlas.


1. No conteste
La más común. Los proveedores tratan de encontrarlo y usted no aparece. Como dice la frase famosa: “El licenciado salió fueras”. Indique a sus asistentes que no le pasen recados, y luego écheles la culpa a ellos. “No me pasaron tu mensaje, te lo juro”. Salga temprano de la oficina. O, si cuenta con identificador de llamadas, revíselo siempre antes de contestar. No vaya a ser un acreedor enojado. ¿Para que enojarnos? La vida es muy corta.


2. Escóndase en la Políticas
Ya hemos platicado en esta sección de las terribles políticas. Sirven para espantar clientes, pero también para no pagar a sus acreedores. Con mucha pena, infórmele a su proveedor que no se pueden pagar las facturas en viernes. O que sólo se pagan en las instalaciones de la planta, de 11:35 a 11:38 de la noche. Es política de la empresa. “Lo que pasa es que en años no bisiestos, tardamos unos días más en depositar, es política de la empresa”.

Aquí sí, el acreedor se encontrará ante un muro impenetrable. No hay a quien acudir, todos respetan las políticas en su empresa. Y si él quiere quejarse con un superior, dígale: “Sí claro, pero sólo pueden presentar quejas los proveedores a quienes ya les hayamos pagado; es política de la empresa”.


3. Pierda la Factura
Hay quienes piensan que es mejor ser tonto y descuidado, que no pagar. Así que con la mayor tranquilidad del mundo puede usted contestar esa llamada, después de uno o dos meses y decirle a su acreedor con mucha pena: “Es que parece que tu factura está traspapelada”.

Esto envía un mensaje al proveedor. No es que usted no quiera pagar. Lo que pasa es que no sabe ser profesional. O sus oficinas están en tal desorden, que no puede encontrar ni un papel. Descuidado, tal vez. Pero eso sí, pagador hasta el final.


4. Cambie de Domicilio
Esta requiere más decisión y sólo se recomienda en situaciones muy apuradas, cuando son varios los acreedores y no queda forma de dar la cara. ¿Está en medio de una crisis financiera? Váyase con todo y muebles, por supuesto sin avisar. Algunas empresas de esas que odiamos cuando somos sus clientes, incluso llegan a cambiar sus oficinas a otras ciudades o Estados.

Sólo para situaciones desesperadas. A veces sale más cara la mudanza. Pero si tiene que hacerlo, y para que le dé más coraje a su acreedor, llámelo y dígale que ya tiene su cheque listo, pero cítelo en las antiguas instalaciones. Sí. Puede que el infierno ya tenga un lugar reservado para usted, ¡Pero al menos habrá ganado una semana más de financiamiento sin costo!


5. Culpe a sus propios Clientes
Esta excusa también se ha vuelto clásica. Nos referimos a cuando no puede pagarle a sus acreedores porque no le han pagado a usted. Muchas empresas usan esta excusa con discreción para trabajos que son subcontratados. Por lo tanto, si no le pagan a usted, no puede pagarles a los demás.

Esto provoca una cadena interminable en la cual estaremos todos financiando al cliente, con las facturas del proveedor. Claro, no es culpa nuestra, lo que pasa es que el sistema financiero y bancario no sirve en México, ¿verdad?


6. Use y Devuelva
Aquí puede dar vuelo a su imaginación pensando en todas las formas de devolver la mercancía comprada, el servicio utilizado o el producto adquirido. No tenía las especificaciones solicitadas; No llegó a tiempo (sus cheques, tampoco); Siempre no lo necesitamos. Todas estas excusas sirven mejor y duelen más si deja correr el tiempo.

Además, no es que no pueda pagar, lo que pasa es que ya decidió que no necesita lo que adquirió. Ojalá no haya contrato firmado.


7. A dar Vueltas
Otra táctica es mandarlos a dar vueltas dentro de su empresa, hasta el punto de la locura. “Es que ese asunto ya lo tienen en Tesorería”. Así que su acreedor tiene que llamar a Tesorería; ahí ya tienen instrucciones para decirle que el cheque ya “está generado”, sólo falta la firma del Ing. Lopez, y que tiene que hablar con el. El Ing. López si existe, pero su acreedor no sabe que dejó de trabajar en su empresa hace seis meses. Así que nunca lo encontrará y usted gana un poco más de tiempo. ¿Le suena conocida?


Lo terrible es que también se lo pueden hacer a usted. Yo personalmente, no tolero a los clientes morosos, pero puede que usted sea uno de ellos. No se lo recomiendo, porque tarde o temprano lo encontrarán. Lo que nunca volverá a aparecer es su reputación perdida. Mejor, pague y no me haga caso.

-/ Juan E Sandoval

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